Un cuento navideño ilustrado para felicitar las fiestas

Este año quiero felicitaros las fiestas, aunque sea con un poco de retraso (he pasado unos días un poco "pachucho"), con una pequeña reflexión que acompaña la versión ilustrada de uno de mis cuentos de Navidad favoritos, "Bulá el viajero".

Al llegar estas fechas, es habitual hacer balance del año, revisar si conseguimos lo que nos habíamos propuesto y cómo nos han ido las cosas. Es muy típico mirar cómo ha ido MI vida, y tratar de hacer planes para mejorarla... Pero lo realmente distinto de la Navidad, lo que hace que su espíritu lleve cambiando el mundo desde hace muchos siglos, es que nos da una respuesta inesperada a esa revisión tan personal: mejoraré MI vida si me preocupo menos de mí mismo y más de mejorar las vidas de LOS DEMÁS.

Yo mismo cada año paso por esa reflexión (fruto de la misma es el cuento "Navidades Forzosas"), pero invariablemente va perdiendo fuerzas según pasa el tiempo, y la siguiente Navidad vuelvo a repetirme "te hubiera ido mejor si te hubieras preocupado menos de tus cosas". Y cuando miro al Niño en el pesebre, y a sus padres junto a él, esa certeza se renueva, y lo único que pido es que el impulso me dure un poco más que el año pasado.

Y con la misma energía que brota de ese impulso doy gracias por todos aquellos que se han preocupado de los demás, especialmente en las situaciones más difíciles, y rezo para que sus impulsos sean más fuertes y contagiosos cada año, porque son ellos quienes mantienen vivo el mensaje de la Navidad.

Un fuerte abrazo a todos, y Felices Fiestas

Pedro Pablo Sacristán